Eugenia Morselli, Científica Joven 2023

La biotecnóloga y profesora asociada de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián, centró su línea de investigación en este mecanismo de la célula como propiciador de la longevidad.

Eugenia Morselli recibió el reconocimiento como Científica Joven 2023, reconocimiento que GrupoBios y la Sociedad de Biología Celular de Chile entregan cada año para estimular el desarrollo de las y los jóvenes en las ciencias biológicas.

“Te proyecta hacia la comunidad científica, un reconocimiento a este nivel a una investigación que está dando frutos. Tienes que hacer una presentación que muestre tu línea de investigación, dónde está parada y hacia dónde quieres ir. Es el punto de partida para después ver, tal vez en diez años más, dónde estamos. Como alguien dijo en la entrega del año pasado: es reconocer a una persona que lidera líneas de investigación con proyección a futuro. Esto es un gran reconocimiento”, afirma.

Destacó también por su aporte a la formación de tres estudiantes de pre- y post-grado, uno de magíster y cuatro de doctorado además de ser mentora de investigadores posdoctorales. En su postulación al premio, la doctora Eugenia Morselli cerró con “Hacer investigación y contribuir a la formación de estudiantes y jóvenes científicos es lo que me motiva cada día, pues no hay nada más gratificante que poder hacer un trabajo que nos guste”. Lo que define el espíritu con el que ha conducido su carrera.

Elegir Chile para hacer ciencia

De origen italiano, Eugenia Morselli obtuvo el grado de doctora de la Facultad de Medicina de la Université de Paris-Sud XI en Francia con la tesis “Autophagy in stress adaptation, avoidance of cell death and longevity”(2010) para después hacer su posdoctorado en el Centro médico del suroeste de University of Texas. Su formación de pregrado y máster en biotecnología la realizó en la Università degli Studi di Modena e Reggio Emilia. Actualmente es profesora asociada de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián.

Eugenia cuenta que cuando a su marido, de origen peruano pero residente en Chile desde su juventud, le ofrecieron un cargo en la Universidad de Chile, evaluaron como familia radicarse en nuestro país. "Nos pareció una muy buena opción, postulé y obtuve un cargo de profesor asistente en la Pontificia Universidad Católica y me vine en el 2014. Vimos Chile como una buena opción para posicionarnos como profesores e investigadores. A mis 30 años empecé con mi propio laboratorio, algo bastante complejo de obtener en Europa, sobre todo en Italia considerando que mi marido y yo hacemos el mismo trabajo", relata.

Impulso en la carrera científica

La doctora Morselli se alegró de recibir este premio y lo puso inmediatamente en su currículum. “Todo suma. Cuando una postula a proyectos fuera, a proyectos colaborativos, tener estos reconocimientos te pone adelante porque en algún momento de tu carrera premian la excelencia de lo que estás haciendo”, comenta.

Si bien considera que los premios nacionales son más reconocidos en Chile que en el extranjero, pueden ser el punto de inicio para después poder postular a otros a nivel internacional.

“Es valorable que sea un premio para jóvenes que ya empezaron su carrera y que hayan formado estudiantes, un joven que tiene que tener sus proyectos. No basta un buen currículum resultado de lo realizado durante el doctorado y posdoctorado, tienes que tener ya tu línea de investigación independiente y estudios hechos en Chile que demuestren que eres capaz de liderar”, sostiene.

Autofagia como un mecanismo celular que promueve la longevidad


Durante su doctorado, se formó como Bióloga Celular estudiando la autofagia como un mecanismo de sobrevida celular, siendo pionera al proponer la autofagia como un mecanismo celular que promueve la longevidad. En total, ha publicado trece artículos como primera autora respecto a este tema.


La doctora Morselli explica que su estudio tiene relación con la capacidad de las células de comer porciones de sí mismas, que sirve para todo, para que la célula sobreviva en condiciones de ayuno, por ejemplo. “Limpian su propio organismo para poder mantener la salud, la autofagia va eliminando lo que es tóxico para las células, entonces favorece la longevidad. Nosotros la estudiamos en el contexto de obesidad y cómo este proceso está inhibido, por ejemplo, a nivel de las neuronas y del hipotálamo, que regulan la ingesta. Entonces, el consumo de lípidos por un largo tiempo, inhibe este proceso y por ende, causa toxicidad en esta célula y favorece la insulinoresistencia. Ese es uno de los puntos más importantes que hemos visto en el laboratorio”, anuncia.


Empezó a estudiar la autofagia en el doctorado, en el contexto de dieta, en el contexto de cáncer y en el contexto de longevidad. Después, trabajó principalmente en células, atraída por el metabolismo celular. “Pero sentía que trabajar solamente en la célula me era limitante, entonces busqué en el posdoctorado algo más de fisiopatología”, cuenta.


Eugenia Morselli cumplió 40 años el día que cerró el concurso y luego de varios intentos, está contenta de habérselo adjudicado. “Hay que ser persistente en lo que una hace, si una cree que sus investigaciones valen, hay que continuar, no es que porque no se reconoce a la primera, se cierra la posibilidad. Saber esto ayuda porque una decae, piensa que no postulará más pero hay que continuar”, aconseja.


En su opinión, la base del trabajo científico es ir sumando sin cambiar por completo la investigación, porque es un montón de trabajo y de conocimiento atrás. En cuanto a los próximos pasos en su carrera, Eugenia comenta que: “la autofagia probablemente va a ser siempre uno de mis sellos, de palabras claves de mi investigación, a la cual iré añadiendo elementos. Por ejemplo, otra estructura de las células que estudiamos es el cilio primario, que es como una antena de la célula que sirve para reconocer señales de activación, señalización de la célula y justo ahí estuvimos viendo el cruce, la comunicación entre el cilio y la autofagia, donde este puede regular la autofagia”.


La doctora Morselli continúa con colaboraciones en su Italia Natal y otros países. Con el Dr. Marcello Pinti de la Universidad de Modena, quien fue su tutor de tesis de pregrado porque "me hizo re-descubrir la mitocondria que ahora estamos estudiando en el proceso de mitofagia". Además, supervisa la tesis de un estudiante en Barcelona en el laboratorio de Marc Claret "quien está estudiando el rol de una proteína de la mitocondria que regula la mitofagia en neuronas hipotalámicas y como esta regula el peso corporal". También se mantiene en calidad de co-investigadora un poryecto ECOS de colaboración con Francia: "estoy colaborando con la Dra. Chiara Maiuri de la Université de Paris, en estudiar cómo los ácidos grasos saturados -altos en las dietas obesogénicas- afectan los metabolitos, a través de estudios de metabolómica, en las neuronas hipotalámicas y por ende su función. Así que mantengo varios contactos con Europa, para poder volver de vez en cuando a mi continente", dice.