Francisco Cubillos

“Tenemos el desafío de una arista experimental más ambiciosa”

El académico del Departamento de Biología de la USACH dedicó su carrera científica al estudio de la genética en sistemas modelo, como levaduras y Arabidopsis en Patagonia.
El doctor Francisco Cubillos es Ingeniero Biotecnólogo Molecular, magíster en Microbiología de la Universidad de Chile y doctor en Genética de la Universidad de Nottingham en Inglaterra. Realizó sus estudios posdoctorales en INRA Versailles, Francia; regresó a Chile el 2013 financiado por CONICYT para comenzar su carrera independiente en la Universidad de Santiago de Chile (USACH).


Después de haber estado en Europa unos 7 años realizando sus estudios doctorales y posdoc, evalúa su aterrizaje en Chile como amable. “Mucho de lo que se realiza depende de uno. En Chile tenemos distintas fuentes de financiamiento, por lo que si uno trae ideas y una máquina andando, son posibles de ejecutar. Estoy super agradecido por las distintas instancias en las cuales he podido trabajar y colaborar desarrollando ideas que nacieron mientras estaba en Europa”, declara. Actualmente, Francisco Cubillos es responsable de la Unidad de Genómica y Bioinformática de la Universidad de Santiago como también investigador de la Facultad de Química y Biología y del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) de la misma casa de estudios.


Privilegio de estudiar Patagonia


“Nuestra investigación principal se centra en estudios de filogenómica en levaduras tolerantes al etanol de la Patagonia, con impacto fundamental científico y biotecnológico. En particular, nos interesa comprender cómo se heredan los rasgos en las especies de levadura tolerantes al etanol que se encuentran en la Patagonia y el origen molecular de esta diversidad y mecanismos de adaptación”, explicó en su carta de postulación al premio.
El doctor Cubillos considera que trabajar en terreno en Patagonia es espectacular tanto desde la perspectiva profesional como personal. “Me permitió conocer el verdadero Chile, su gran riqueza biológica, que es algo que muy pocas personas en el mundo tienen posibilidad. Tenemos tal diversidad y tal riqueza en los bosques de nuestro país, que te das cuenta de todo lo que falta por explorar como todo lo que es necesario proteger”, asegura.


Considera los bosques patagónicos inspiradores “respecto de las preguntas biológicas que nos podemos hacer, de los procesos que ahí están ocurriendo, de cómo los organismos son capaces de sobrevivir en las distintas condiciones. ¿Qué depara el futuro? ¿Qué vamos a encontrar en base al cambio climático? ¿Cuál es el pronóstico para Patagonia?”.


El doctor Cubillos explicó en su postulación que el “estudio de los bosques de la Patagonia y su microbiota de levaduras permitirá comprender el origen de la existencia de cepas productoras de etanol, su conexión con los bosques y hábitats, el papel de los refugios históricos post glaciación en la Patagonia y la identificación de los mecanismos moleculares que proporcionan evidencia de la historia de las especies de levaduras en el hemisferio sur”.

Científico Joven 2022


El año 2022, Francisco Cubillos fue reconocido por GrupoBios y la Sociedad de Biología Celular de Chile como el “Científico Joven Destacado”, reconocimiento que además de dos millones de pesos en efectivo para uso libre, le permite una vitrina en la comunidad científica.


Doctor Cubillos dice que obtener este premio visibilizó mucho más el trabajo genetista/microbiólogo de él y su equipo a otras áreas de la biología. “Permitió escalar esa visión de nuestro trabajo. Personalmente, no había participado de las reuniones de biología celular y ya van dos años que participo y por lo tanto, logré un acercamiento a personas que utilizan otras aproximaciones experimentales, responden las preguntas de otra manera, absolutamente complementario a lo que hacemos”, cuenta.v El doctor Cubillos agradece a GrupoBios y a la Sociedad de Biología Celular de Chile: “me trataron increíble en todo momento, siempre mucho respeto en toda la parte del proceso, así que tremendamente agradecido de haberme elegido, de haberme dado el espacio para mostrar el trabajo que hicimos y también de promover nuestra ciencia, así que estoy inmensamente agradecido por la gestión realizada porque fue impecable”, manifiesta.


Ciencia en Chile


Francisco Cubillos considera que Chile tiene aspectos positivos y negativos en el área de la ciencia. “Somos muy colaborativos y resolvemos con los pocos recursos que tenemos. Algo que fomentaría es que más jóvenes pudieran tener acceso a distintas herramientas de investigación, distintos tipos de proyectos, distintos tipos de concursos. Que no sea ‘te ganas el proyecto o te mueres científicamente’. Reconoce que es complejo hacer ciencia en nuestro país debido a la cantidad de trabajo docente y de gestión, a diferencia de otros lugares que permiten dedicarse a investigar, el doctor Cubillos asegura que mantendrá su línea de investigación y seguirá fomentando que estudiantes logren cumplir a cabalidad sus carreras científicas.
“Siento que es un paso importante porque ya no me considero joven, sino que ahora paso a ser investigador senior y parte importante de eso es promover que investigadoras e investigadores que se están formando en el laboratorio puedan despegar y también de esa manera, crecer de manera complementaria a lo que hacemos en el grupo de trabajo”, asevera.


Arista experimental más ambiciosa
A la fecha, ha contribuido a la graduación de 21 estudiantes de pregrado y dos estudiantes de Magíster. Su actual grupo de investigación incluye siete estudiantes de pregrado, seis estudiantes de doctorado y cinco investigadores postdoctorales.


“En lo aplicado, tenemos mentes brillantes en Chile. Los estudiantes son de muy buena calidad. En general, saben desenvolverse en un laboratorio, sin embargo, aún tenemos el desafío de que tengan una arista experimental más ambiciosa y que vean en cada problema científico, la forma en que resolverlo más allá de lo que está disponible en la literatura. Como científicos en Chile no echamos a volar la imaginación, estamos muy encajonados en cómo hacer las cosas cuando para poder avanzar, muchas veces, hay que romper límites”, opina.
Durante este tiempo, mantiene sus contactos y colaboraciones internacionales de tal manera que las y los estudiantes tengan la posibilidad de hacer pasantías y viajar. “Un estudiante se va ahora a Francia por tres meses a hacer experimentos. Es una conexión que uno tiene pero que hay que saber mantener en base a la calidad científica, calidad que tenemos en Chile y que permite que también de Europa manden estudiantes”, cuenta.
Ha publicado 32 papers como autor de correspondencia y en colaboración con otros colegas. “Este reconocimiento claramente le ha permitido al grupo poder tener esta visión más allá, que nos consideren y que nos coloquen dentro del radar como útiles colaboraciones”, afirma.
Francisco usó el dinero del premio para celebrar con su grupo de trabajo y ahorrar.


A quienes no se animan a postular a este premio, les recomienda que lo hagan. “No se pierde nada. Yo no me consideraba ganador para nada, simplemente lo hice. Mi consejo es háganlo, puede ser que salga bien y puede que salga mal, si sale bien es un mérito absoluto. Muchos científicos y científicas, sobre todo en la etapa joven, sufren del síndrome del impostor cuando muchas veces son excelentes a nivel científico. No se han dado cuenta de todo lo que han logrado hasta que se gana este premio y se da cuenta que en realidad tenía los logros para ello”, aconseja.